Recuerdos de lo que no ha pasado

lunes, agosto 13, 2007

La leyenda urbana de la semana: la hibernación de mi tio Walt



No sé quién fue el autor de la leyenda pero tiene todo lo necesario para convertirse en tal: imposible de verificar, retrotrae a miedos primarios, truculenta, imaginativa...

Tras una vida dedicada a fumar y a inventar dibujos animados poblados de fantasias zoofílicas, a Walt Disney le diagnosticaron cáncer de pulmón. En plenas obras de su Disneylandia, al tipo le dio un infarto y se murió.

¿O no?

La leyenda básica es que a Walt Disney lo hibernaron antes de morir, para ser despertado dentro de decenas, cientos de años, cuando el ser humano haya vencido al cáncer y se haya olvidado de las pelis de dibujos animados.

Primera variante de la leyenda: Walt Disney sí llegó a morir, pero está hibernado hasta el día en que se pueda resucitar a los muertos y se pueda volver a hacer pelis de dibujos animados.

Segunda variante: no es el cuerpo lo que está hibernado, sino su cabeza. Teniendo el mismo fin, esta variante es la de más compleja resolución, puesto que en ese futuro lejano no sólo han de saber curar el cáncer, sino resucitar a los muertos y además construir androides-cyborgs a los que poder pegarles las cabezas de viejas glorias fachas americanas.

Para que puedan dormir tranquilos esta noche, les jodo el mito: según declaraciones del sobrino de Walt Disney, "Mi tío Walt no está congelado, criogenizado, hibernado ni nada. A los dos días de su muerte, lo incineramos. Y sus cenizas reposan en un cementerio a pocos kilómetros de mi casa". Al sobrino de Walt Disney, y al resto de su familia franquiciada, debe joderles que dentro de nuestro corazoncito habitado por inocentes ratones, patos cascarrabias y tontorrones goofies se encuentre la cabeza cortada de su creador, criogenizada hasta el día en que se la puedan pegar a un cyborg asesino de comunistas.