Recuerdos de lo que no ha pasado

martes, agosto 07, 2007

La felicidad de Horacio Quiroga

Me dice Mycroft en su blog: "La felicidad es relativa. O esta sobrevalorada. ¿Fue Baudelaire feliz? Tal vez si, tal vez en algunos momentos. La miseria, la autodestrucción, la vida a tumba abierta, también tiene sus momentos..."

Como idea es brillante, o sea, es bonita. Esperanzadora y luminosa, es una idea que da ganas de vivir. ¿Fue Baudelaire feliz?

No tengo ni papa, pero siempre que me planteo esto recuerdo la vida del atormentado escritor Horacio Quiroga.


De pequeño estuvo presente en el accidente de caza que mató a su padre. El horroroso espectáculo provocó que su madre, que le llevaba en brazos, le dejara caer, y Horacio se golpeó contra las tablas del muelle. Luego fue testigo del suicidio de su padrastro, que se mata disparándose un tiro en la frente. Años después, viviendo ya en la selva por culpa de las locas aventuras del escritor, harta de aquella vida y después de una pelea, su mujer se suicida con veneno. Agoniza durante ocho días. Su segunda mujer le abandona, también en la selva, llevándose a la hija que tuvieron en común. Atormentado por los dolores, visita por fin al médico que le descubre un avanzado cáncer de próstata. Enterado de la enfermedad, pide permiso al médico para salir del Hospital donde está internado, y pasear. Compra cianuro y esa misma noche se suicida.
¿Fue feliz Horacio Quiroga? Tal vez si, tal vez en algunos momentos. La miseria, la autodestrucción, la vida a tumba abierta, también tiene sus momentos...