Carreteras perdidas
El tío Billy ha perdido irremisiblemente los 8,000 $. En un descuido borracho, el malvado señor Potter se los ha robado y con ellos ha rellenado el cojín donde aposenta las ancas cuando está en su silla de ruedas.
La gente del pueblo tiene tantas hipotecas que olvidaron guardar algunos ahorrillos bajo el colchón y no tienen un céntimo. Aunque quisieran, ya no podrían ayudar a George. Y Harry no es ningún héroe de guerra, huía de la policía en un suburbio parisino y ha terminado electrocutado.
Y como Clarence Osbody no existe porque los ángeles no existen, George Bailey, que nunca pudo salir de su pueblo para cumplir sus sueños, se ha suicidado arrojándose al río desde el puente.
Me paso la vida queriendo volver a Bedford Falls y siempre termino en Pottersville.