Debajo de los adoquines
Parece que por acción u omisíón, dos chavales que huían de la policía mueren electrocutados en extrañas circunstancias. El poder llama a estas cosas Incidenteaislado. La gente de la zona, parias de la tierra, famélica legión, se encabrona y arma bastante jaleo.
Parece que, como justa consecuencia, sale por la tele el ministro francés de Interior, comosellame, y dice que mano dura y que va a acabar con esa gentuza. Y parece que la gentuza se encabrona aún más y decide no ya armar jaleo sino arrasar con todo. Y entonces van y salen por la noche, como muertos vivientes, y aunque son perseguidos por cientos de policías, arman la marimorena. La gente pacífica, que paga sus impuestos, pide más mano dura y que venga el ejército. Y esa gentuza, en lugar de amilanarse como dios manda, coño, van y queman más coches.
Son inmigrantes; o franceses hijos y nietos de inmigrantes; o chavalería diversa sin oficio ni beneficio; son ese vecino en paro que todos tenemos, ése tan amable que siempre dice buenos días en el ascensor, y que ahora le vemos subir con una antorcha porque quiere quemar el edificio con nosotros dentro.
Dice un contertulio hoy en la tele: son gente sin trabajo, si tuvieran que ir a trabajar a las 8 de la mañana no se pasarían las noches quemando coches. Pues sí. Son gente sin trabajo y sin dinero y sin futuro. Y por las noches queman los automóviles que no pueden comprar; y las escuelas a las que no podrán llevar a sus hijos; y los gimnasios que no podrán disfrutar; y todo aquello que se les pase por la puta cabeza, que cuando uno se dedica a destrozar no para en gastos. Hasta ahora no lo sabían pero son un ejército poderoso.
Dice Chirac, que por fin sale del escondrijo y da la cara, que el Sistema no tiene nadie enfrente con el que pactar, o dialogar, para aplacar las iras. Con quien marear la perdiz, vamos. Comosellame no contaba con que estos no son mineros, ni agricultores, ni camioneros. Sólo son gentuza, claro. Y no tienen nada que ganar ni nada que perder. Lo único que quieren es quemarlo todo y tirar coches por las escaleras del metro a ver qué pasa.
Decían en el mayo francés Debajo de los adoquines está la playa. Y esta gentuza ha decidido arrancar Francia piedra a piedra para sacar la arena de debajo. Sin ninguna intención, sin ningún objetivo, sin ningún interés. Contra esto no hay forma de luchar. ¡Que pidan algo a ver si al menos podemos corromperles!
Con esto no contaban ni Hegel ni Marx ni la madre que los parió. Aquí éstá por fin la revolución moderna, la del Siglo XXI: aquellos que no tienen nada se levantan contra los que tienen y simplemente lo destrozan todo. Nada de sutilezas tales como cambiar el mundo, aquí se trata de arrasarlo. El quinto jinete. Los pobres herederán la tierra. Comosellame no ha caído que es esta gentuza la que va a heredar la tierra, cuando, con todo el derecho, acaben con ella sólo por el placer de sacar la arena de debajo.